¿Qué es el heliocentrismo y qué es el geocentrismo? La Tierra, y los demás planetas, giran alrededor del Sol. Eso es el heliocentrismo. Esta teoría no fue propuesta hasta el siglo XVI, por Nicolás Copérnico en su obra «De Revolutionibus Orbium Coelestium» (Sobre los giros de los cuerpos celestes), que recuperó las ideas que propuso Aristarco de Samos en el siglo III a.C. Hasta entonces, se consideraba que la Tierra era el centro del universo, y los astros giraban alrededor de ella: el geocentrismo.

Desde la antigüedad, existían teorías sobre la estructura del universo. Antes de la teoría geocéntrica, se planteaban ideas ligadas a la mitología y las creencias populares. En general se creía que la Tierra era plana, imperfecta, inmóvil, y era el lugar donde habitaban los hombres. El Cielo era perfecto, y era la morada de los dioses. El universo era finito, y no alcanzaba mucho más de unos pocos kilómetros sobre la superficie de la Tierra.

Las teorías sobre la estructura del universo y sobre la gravitación fueron evolucionando a lo largo de la historia

Para Anaximandro (siglo VI a.C), filósofo griego, la Tierra tenía forma disco. La Tierra flotaba en el centro del universo y estaba rodeada por ruedas invisibles. Propuso que la Luna, el Sol y los demás planetas eran agujeros en esas ruedas. Además, el hombre podía ver un fuego oculto a través de esos agujeros.

Para los pitagóricos (Antigua Grecia, mediados del siglo VI a.C), la Tierra era esférica y se movía alrededor de un fuego no visible. Para ellos, la Tierra no era el centro del universo.

Sin embargo, en la Antigua Grecia ya hubo un defensor del heliocentrismo: Aristarco de Samos (siglo III a.C). Para él, el Sol era el centro del universo, y la Tierra y demás planetas giraban a su alrededor. Su teoría no fue popular (solo tuvo un follower conocido, Seleuco de Seleucia).

Del geocentrismo al heliocentrismo

Platón (Grecia, siglo IV a.C) desarrolló el geocentrismo. Para él, la Tierra era esférica y descansaba en el centro del universo. Los astros giraban alrededor de la Tierra en círculos celestiales.

Geocentrismo y heliocentrismo
Esferas celestes geocéntricas en la Cosmographia de Pedro Apiano (Amberes, 1539)

Junto a Platón trabajó Eudoxo de Cnido. Eudoxo desarrolló una explicación más matemática del movimiento de los planetas alrededor de la Tierra. En ella explicaba los fenómenos celestiales con el movimiento circular uniforme.

Más tarde, Aristóteles (siglo IV a.C), discípulo de Platón y de Eudoxo, desarrolló el sistema de este último: la Tierra es una esfera en el centro del universo, y todos los cuerpos celestes se unían a unas cincuenta esferas cristalinas, compuestas de éter, que giraban a diferentes velocidades. Además, estas esferas rodeaban a la Tierra y eran concéntricas con ella.

Es el sistema que propone Ptolomeo (Egipto, siglo II) el que prevalecerá durante más de 1300 años, dominó el pensamiento científico hasta el siglo XVI. Ptolomeo afirmaba que los planetas describen órbitas circulares (epiciclos) alrededor de puntos centrales, que orbitaban a su vez, de forma excéntrica alrededor de la Tierra.

Epiciclos
Epiciclos

Durante la Edad Media, se mantendrá la teoría geocéntrica, y el sistema propuesto por Ptolomeo se irá complicando cada vez más para poder explicar las observaciones astronómicas. Además, los matemáticos árabes mejorarán la medida de la posición de estrellas y de los planetas.

El heliocentrismo

Es en la Edad Moderna cuando se comienza a producir la transición en el pensamiento científico, del geocentrismo al heliocentrismo. Durante esta época, Copérnico, en su obra «De Revolutionibus Orbium Coelestium» recupera las ideas que propuso Aristarco de Samos. En esta obra, publicada en 1543, tras su muerte, critica el geocentrismo y propone la Teoría heliocéntrica. Los planetas, incluida la Tierra, giran alrededor del Sol. Describen órbitas circulares.

Sistema heliocéntrico de Copérnico simplificado. Extracto de De revolutionibus.
Sistema heliocéntrico de Copérnico simplificado. Extracto de De revolutionibus.

Además, durante el siglo XVII, Galileo Galilei desarrolla el telescopio y apoya la teoría heliocéntrica de Copérnico. También, descubre los satélites de Júpiter, las fases de Venus y las manchas solares.

En ese mismo siglo, Kepler, basándose en las observaciones de astrónomo danés Tycho Brahe, apoyó las hipótesis de Copérnico. Así, calculó las órbitas de los planetas y las describió en tres leyes: las Leyes de Kepler.

Las leyes de Kepler son las leyes científicas que describen las órbitas de la Tierra y de los demás planetas alrededor del Sol.

Actualmente, para la Física hay cuatro interacciones fundamentales. Éstas son las responsables de todos los fenómenos del universo. Éstas son la fuerza nuclear fuerte, la fuerza nuclear débil, la fuerza electromagnética y la interacción gravitatoria. De las cuatro, es la interacción gravitatoria la única conocida desde la antigüedad.

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