¡Lechugas que resucitan! El remedio para resucitar a la lechuga es fácil. Sumerge las hojas en agua fresca. Tras unas horas, sus hojas recuperarán gran parte de su turgencia, y tendrá mejor aspecto.
Todos sabemos qué es una lechuga. Es una planta herbácea, de hojas grandes y verdes, que se cultiva como alimento. Las utilizamos para hacer ensaladas o como complemento de otro plato. También sabemos que se marchita pronto si tardamos en consumirla… pero podemos resucitar a nuestra lechuga mustia.
Si nuestra lechuga ha comenzado a marchitarse en la nevera, veremos que las hojas se empiezan a arrugar. Esto se debe a que las células vegetales que componen sus hojas han perdido agua.
Lechugas que resucitan
El remedio para resucitar a la lechuga es fácil. Sumerge las hojas en agua fresca. Más tarde, tras unas horas, sus hojas recuperarán gran parte de su turgencia, y tendrá mejor aspecto.
Este fenómeno por el cual la lechuga es capaz de recuperarse es la ósmosis.
Cuando el medio externo celular es hipotónico (en nuestro caso, el medio es el agua fresca) respecto al medio interno (el interior de las células de nuestra lechuga, que es más rico en sales minerales que el agua), se produce la entrada de agua al interior de la célula, a través de la membrana celular. La membrana celular es una membrana semipermeable, que deja pasar las moléculas de agua, pero no otras moléculas. Esto da lugar a un aumento del volumen celular. En el caso de las células vegetales, al existir una pared celular rígida exterior, se produce la turgencia de las células.
¡Tu lechuga volverá a tener un aspecto apetecible! Límpiala correctamente y añade tomate, cebolla, remolacha, zanahoria, atún, huevo duro…Alíñala con sal, vinagre y aceite de oliva…¡al gusto!
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